Un cáncer de las sagas cinematográficas son las múltiples  secuelas que van degradando la tesis de la primera cinta. Cuando esto sucede llegan los reinicios. La misma historia pero con dirección y elenco diferentes. A veces funciona aunque por lo general no evita la decadencia. Alien no es una saga que posea muchas secuelas pero si es una serie fragmentada en narrativa. Romulus parece ser que se ubica entre la primera y segunda películas de Alien.

La trama como la Alien original sucede en el espacio. Una nave de investigación es encontrada por unos entusiastas mineros que buscan cápsulas de hibernación para viajar a otro sistema planetario en busca de un mejor estilo de vida. Adentro, sin querer ni pensarlo liberan de su estasis a una colmena de Alien bebés o Facehuggers. Al haber contaminado a uno de sus compañeros y liberado un Alien adulto las probabilidades de sobrevivencia disminuyen al punto en que la protagonista, Rain consigue librarse de un gran número de aliens, recuperar a su androide y escapar de la Romulus.

Los efectos visuales, sonoros y la estética son buenos. La esperaba más oscura y fría como la primer Alien pero está bien. Es muy previsible que Rain sea una analogía de Ripley y que su androide sea una gran ayuda para todo el equipo, mientras viven. Para nada me gustó el diseño del Alien Ingeniero aunque es lógico si volteamos a ver Prometeo o Alien: Covenant. La banda sonora, perfectamente ambientando los eventos en pantalla.

En conclusión, Alien: Romulus es una película de suspenso y acción en el espacio que no aporta nada al género aunque un poco a la historia de la saga Alien. Por lo tanto si no eres fan pero quieres ver un poquito de acción está cinta está bien para pasar el rato. Si esperabas algo más revolucionario y fresco en la saga está película te decepcionará un poco.