De lo bueno poco y de lo malo un chin…resto. La verdad es que febrero no ha traído cosas de calidad. En el caso de The Eye, es un punto más pero no para las malas películas, no para las decepciones sino un punto para los churros mas churros del año. No se aun como se ha mantenido en el top box office de gringolandia. A lo mejor es que no hay cosas mejores.
La trama va así. Una violinista ciega, Sydney, recibe un trasplante de corneas con el propósito de recuperar la vista que perdió a muy corta edad. Inmediatamente después de abrir los ojos y “ver” por segunda vez puede percibir cosas anormales. A través de borrosas experiencias se da cuenta que puede ver a gente muerta. Si, como el sexto sentido pero menos elaborado. Casi al punto de la locura Sydney decide investigar quien fue el donante. Sabiendo que su donante vivió en México, curiosamente en algún poblado perdido de la frontera, visita el poblado en busca de respuesta a sus visiones. Se entera que Ana, la donante, podía prever acontecimientos mortales y por lo tanto fue tachada como bruja; y al no haber podido salvar a la gente que trabajaba en la fábrica de su padre decidió suicidarse. Después de saber la verdad y de regreso a casa, Sydney se da cuenta que los sueños que tuvo de fuego y gritos eran una premonición del lugar y momento actuales. Un reten por una persecución en una carretera, autos detenidos en el trafico y en medio una pipa de combustible. Sydney logra salvar a la gente de una muerte segura pero “por aras del destino” pierde la vista, y el don o maldición, por pequeñas partículas de vidrio que se incrustaron en sus divinos ojos al momento del evento explosivo.
Las actuaciones muy del estilo de una serie de la ley y el orden. Planas. Jessica Alba como la violinista Sydney Wells sigue empecinada en escoger malos papeles. Su interpretación de una mezcla entre Melinda de Ghost Whisperer, Dalia Williams de Dark Water y el niño miedoso del Sexto Sentido termina dejando una sensación en el espectador de total conocimiento o predicción de los hechos y acciones que sucederán en pantalla. El resto del elenco de reparto siempre opaco y poco o nada trascendente en la historia.
Los efectos de mediocre a normal. Nada que en la televisión no se vea hoy en día. La banda sonora soporífera, siempre empleando esos acordes de película de suspenso que aumentan el ritmo justamente en las escenas donde hay eventos “inesperados”.
En conclusión, El Ojo del Mal es un churro de mala calidad pues ni siquiera entretiene. El espectador sabe que sucederá y en ningún momento siente temor o escalofrió. Ojala este bodrio sea lo ultimo malo que realice Jessica antes de Sin City 2. Curiosamente jamas explican la naturaleza de las sombras que se llevaban a las almas ni tampoco el porque existían almas que no eran recogidas como el niño del impermeable. Por lo tanto en la escala láctea recibe un deplorable 6. En castellano significa algo así como: “No vale la pena ni verla en DVD pirata. Mejor espera a que aparezca en los botaderos de Walmart o Gigante en un año a precio de súper lujo de 25 pesotes y edición Uncut o Director’s Cut”.
La trama va así. Una violinista ciega, Sydney, recibe un trasplante de corneas con el propósito de recuperar la vista que perdió a muy corta edad. Inmediatamente después de abrir los ojos y “ver” por segunda vez puede percibir cosas anormales. A través de borrosas experiencias se da cuenta que puede ver a gente muerta. Si, como el sexto sentido pero menos elaborado. Casi al punto de la locura Sydney decide investigar quien fue el donante. Sabiendo que su donante vivió en México, curiosamente en algún poblado perdido de la frontera, visita el poblado en busca de respuesta a sus visiones. Se entera que Ana, la donante, podía prever acontecimientos mortales y por lo tanto fue tachada como bruja; y al no haber podido salvar a la gente que trabajaba en la fábrica de su padre decidió suicidarse. Después de saber la verdad y de regreso a casa, Sydney se da cuenta que los sueños que tuvo de fuego y gritos eran una premonición del lugar y momento actuales. Un reten por una persecución en una carretera, autos detenidos en el trafico y en medio una pipa de combustible. Sydney logra salvar a la gente de una muerte segura pero “por aras del destino” pierde la vista, y el don o maldición, por pequeñas partículas de vidrio que se incrustaron en sus divinos ojos al momento del evento explosivo.
Las actuaciones muy del estilo de una serie de la ley y el orden. Planas. Jessica Alba como la violinista Sydney Wells sigue empecinada en escoger malos papeles. Su interpretación de una mezcla entre Melinda de Ghost Whisperer, Dalia Williams de Dark Water y el niño miedoso del Sexto Sentido termina dejando una sensación en el espectador de total conocimiento o predicción de los hechos y acciones que sucederán en pantalla. El resto del elenco de reparto siempre opaco y poco o nada trascendente en la historia.
Los efectos de mediocre a normal. Nada que en la televisión no se vea hoy en día. La banda sonora soporífera, siempre empleando esos acordes de película de suspenso que aumentan el ritmo justamente en las escenas donde hay eventos “inesperados”.
En conclusión, El Ojo del Mal es un churro de mala calidad pues ni siquiera entretiene. El espectador sabe que sucederá y en ningún momento siente temor o escalofrió. Ojala este bodrio sea lo ultimo malo que realice Jessica antes de Sin City 2. Curiosamente jamas explican la naturaleza de las sombras que se llevaban a las almas ni tampoco el porque existían almas que no eran recogidas como el niño del impermeable. Por lo tanto en la escala láctea recibe un deplorable 6. En castellano significa algo así como: “No vale la pena ni verla en DVD pirata. Mejor espera a que aparezca en los botaderos de Walmart o Gigante en un año a precio de súper lujo de 25 pesotes y edición Uncut o Director’s Cut”.
Entropia Lactea 
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