El juego del miedo 4 (Saw IV)

Ya pasado el día de muertos y la noche de brujas el cine suele traer menos películas de espantos. Aunque las que salen dan miedo pero por lo malas que son. Realmente el género de miedo o terror esta mas muerto que Fidel Velásquez aun cuando se ha dicho que la serie de cintas Saw le dio un nuevo aire. La realidad es que Saw no es terror sino suspenso combinado con varias escenas sangrientas de gore pero que produce, o asco y repulsión o ansiedad más el espectador no se siente amenazado o atemorizado en ningún momento.

La trama retoma lo visto en el capitulo anterior, donde el asesino serial Jigsaw esta muerto pero aun en su cuerpo inerte esconde un mensaje para quien quiera y desee continuar con sus juegos macabros. Así poco a poco mediante flashbacks se va armando el perfil de John Kramer. Al final se descubre que Jigsaw tiene otro aprendiz que continuará con el trabajo de Kramer.

Las actuaciones son de variada intensidad. Van desde los gritos exagerados pero faltos de sentimiento, de miedo y que resultan en escenas típicas y sin trascendencia. A uno que otro dialogo interesante y profundo. Para un servidor esta serie de cintas es tan mala como el gran éxito en su tiempo, Scream. Pues su valía recae en las escenas donde los personajes toman las decisiones que los llevarán de una u otra forma a morir. Lo que hay entre estas escenas es muy ligero y muchas veces termina en situaciones estúpidas. Es como si de pronto todo mundo viviera en Bush o Fox-landia. En este caso, Saw 4 tiene casi un mismo tiempo de escenas sangrientas y de trama aunque esta última se basa en los flashbacks para justificar los hechos del presente.

Los efectos especiales como siempre resultan buenos. Mucha sangre, escenas detallistas y un ambiente oscuro y frió acompañado de música repetitiva típica del género enmarcan esta cuarta parte de lo que promete ser otra franquicia de terror.

En conclusión, El Juego del Miedo 4 es pan con lo mismo y por consiguiente resultara del agrado de quien gustó de las tres anteriores. Para quien le gusta medianamente a nada el genero de terror le sugiero cualquier otra cinta pues la verdad los 42 pesos de la entrada no lo valen. Ya si es por “verla”, lo mejor como siempre es bajarla de Internet o comprarla en su tiánguis predilecto. En la escala láctea recibe un penoso y horrible 6. En castellano mexicano esa evaluación relativa se traduce como: “Con esos 42 pesos y un poquito más le invito a mi novia una muertorta y un chesco”.