Cuando se habla de Tron no falta el cincuentón que se estremezca y saque el comentario acerca de lo maravilloso de los ochenta, el arte y los videojuegos. Sin embargo, Tron en su momento enseñaba las aplicaciones futuras de la tecnología. Tron Legacy intenta dar el brinco u ofrecer una secuencia a la trama pero no aborda la cultura digital. Sin embargo Tron: Ares no es más que un pretexto para explotar la saga aunque deja de lado tanto la trama como la ideología.

La trama nos cuenta que después de que Sam se va con su amada digital la empresa es adquirida por un par de hermanas, una de las cuales estaba interesada en el desarrollo para bienestar social mientras que la otra se interesó más en videojuegos. La tecnología avanzó tanto que la competencia ahora consistía en desarrollar la tecnología de digitalización o mejor dicho, materialización de forma permanente. Casualmente la chica descubre que la fuente de persistencia estaba en el servidor original de Flynn e igualmente de coincidente, el antagonista envía a Ares y sus compinches por ella. Después de capturarla logra escapar gracias a Ares, quien después de analizar todo el panorama debido a su acceso a la información y mente digital, para luego ser perseguidos por el chico malo y tener un enfrentamiento tipo Galaga en plena ciudad. Al final Ares se materializa en la tierra por el código de persistencia, el malo huye al mundo digital, la empresaria se dedica a ganar dinero gracias a las distintas aplicaciones de la materialización y Ares parece buscar a Quorra, la chica de Tron Legacy quien también es un programa viviente.

Los efectos no tienen nada de especial o diferente con respecto de Legacy. De hecho nada en la película expone algo nuevo que no se haya tratado en las anteriores entregas.

Se dice mucho que la culpa de que Tron Ares no haya tenido una buena recaudación es culpa de Jared Leto. La verdad es que su personaje es tan simple como lo fue el de Sam Flynn. Es un programa, no debe mostrar sentimientos y aún cuando los demuestra no son algo cargado de efusión y emotividad. La trama es la que decepciona y por ello el público castiga a Jared. Todo el elenco cumple con su función correctamente.

En conclusión, Tron: Ares es un capítulo de relleno para esta franquicia que se mantendrá viva mientras los elementos tecnológicos que emplea como base (programa, usuario y entorno digital) continúen evolucionando. La recomiendo ver cuando esté disponible en stream.

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