Para nadie escapa que hubo un antes y un después de la película de Ironman. Las poses heroicas, los efectos visuales, el diseño de trajes y vehículos son elementos que serían significativos en las películas de superheroes.

Ya no era una simple película basada en caricaturas para niños, era una cinta basada en caricaturas pero realizada como una super producción y enfocada a un mercado que estaba dispuesto a pagar por ver las películas de los héroes de su infancia hechas con actores de carne y hueso.

Después llegó la gula, la ambición y se desarrollaron también series animadas y series con personajes reales para TV. Además estás series debían revolotear por la trama principal que planteaban las películas aunque sus tramas no fueran tan importantes para influir en la historia general. Las tramas fueron un asco y los nuevos personajes también. Y esto solo era el reflejo de la realidad. La era de los superhéroes estaba concluyendo.

Ironheart es un intento por replicar el efecto que tuvo el personaje en los cómics. Un personaje basado en otro personaje pero con los problemas de todo adolescente. ¿Suena familiar? Claro, casi todos los personajes importantes de Marvel son adolescentes o jóvenes adultos. Por eso Spiderman se mantiene vigente a pesar de que Peter Parker ya es un joven padre de familia se crean constantemente variantes como May Parker o Miles Morales.

Ironman no es un personaje famoso pero gracias a Robert Downey Jr., el Hombre de Hierro se convirtió en un personaje admirado y querido. Por eso nació Ironheart. La rama de personajes tecnológicos necesitaba aire fresco y adolescente. Riri trajo eso que Tony no tenía y nunca tuvo.

La serie intenta llevarnos al campo del cómic pero manteniéndose en el UCM. Grave error. Riri no es tan conocida ni tiene tanto carisma como algún Joven Vengador. Le faltan tablas. Pero para ello Marvel maneja el personaje como una sucesora de Stark. Pero Stark no solo era tecnología, era una soberbia mezclada con irreverencia, bobaliconadas y gran química con sus compañeros. Las tablas y el aura de Downey Jr. Dominique Thorne carece de todos estos elementos. Y si agregamos que Ironheart ha sido introducida más a fuerza que de ganas pues su existencia se siente como un pobre sustituto del Vengador Dorado.

Otro inconveniente para esta serie es la combinación de tecnología con magia. Esto llevo a la serie a bordear estos campos pero desde el punto de vista de los adolescentes. Anthony Ramos como Hood creo es un desperdicio de actor pues este personaje no es tan relevante y en nivel de poder y por tanto de importancia viene siendo un criminal de la calle. Y el es el enlace que se requirió para traer al UCM a Mephisto. Un ser tan poderoso como Dormammu que tiene más relación con Ghost Rider que con Ironheart. ¿Por qué traerlo? ¿Por qué contra Riri? Ni idea.

En conclusión, Ironheart es una serie que no conecta con el público adulto. El intento de ser la evolución de Stark o el puente entre lo tecnológico y lo mágico no está bien manejado y se siente más como magia de guión. Las actuación no son convincentes y los efectos tampoco. Sólo recomendada para frikis o para quien quiera perder el tiempo.

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