Netflix se ha puesto trucha con adaptaciones de novelas y videojuegos. El caza demonios de Capcom, Dante llega a la pantalla chica en formato anime y deja un sabor agridulce.

La trama en primera instancia no es una adaptación fiel a los juegos. Al ser una adaptación quitan y ponen cosas. Así que hablando para los que viven fuera del juego, como yo, el anime tiene un buen ritmo. Los hechos que se deben ir revelando en la siguiente temporada pero que uno puede inferir están bien planteados y permiten disfrutar las escenas de acción.

La serie la vi doblada al español pero verla así o en idioma original no altera la forma en que se percibe la animación. El doblaje está bien realizado y no contiene elementos como aguja dinámica.

La banda sonora va directo a la nostalgia, de los ya grandecitos y de los que jugaron los primeros juegos de adolescentes. Es bueno porque así las nuevas generaciones escuchan otra cosa que no sea su nuevo y perfumado rock, sin embargo creo que hizo falta algo moderno para equilibrar esa banda sonora. Por lo tanto, al ser rock el ambiente se hace más ácido y da más personalidad tanto a los eventos como a la serie misma. Violencia y sangre de demonios.

El estilo gráfico me parece acelerado y digamos que único. Es anime pero no es el estilo que maneja Warner en sus proyectos de DC. Obvio, no es perfecto y en algunas escenas se nota una calidad baja o poco detalle pero este detalle no reduce la calidad general de la serie. Los personajes están basados en el juego por lo que los cambios visibles se aprecian en las texturas y en algunos ángulos de los rostros. Nada para alarmar a los fanáticos.

En conclusión, Devil May Cry es un anime de acción de tintes religiosos que, al igual que el juego del mismo nombre, se enfoca en la acción. Muy recomendable para quienes gustan de ver balazos, decapitaciones y explosiones con monitos chinos. Yo la recomiendo tanto para ver cuando no hay nada mejor,para entretenerse y como fanático del videojuego o Capcom.

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