Las temporadas anteriores me gustaron pues es la historia de Superboy solo que con más sangre.
Un adolescente que va conociendo sus poderes y se entera que proviene de una raza alienígena conquistadora de mundos. Y peor aún, su padre debe despejar la tierra para que sea conquistada. El drama entre lo correcto e incorrecto, el combatir contra alguien muy a pesar del amor que sientas hacia esa persona e ir aprendiendo a lidiar con responsabilidades. Sin embargo llegó esta temporada.
Aquí siento a Mark más infantil, más pensativo en cuestiones que debió pensar las temporadas pasadas como el hecho de asesinar accidentalmente o simplemente porque así siente que debe ser hecho. Esto último es con lo que termina la serie. Cuestiona a los villanos de querer hacer lo que ellos quieren hacer y que no importa si para ello deben matar cuando el mismo tiene esas actitudes pero las bautiza como moralmente correctas.
Me sigue gustando la violencia y el sexo no explicito pero la magia del guión arruina cosas como la pelea con Conquest. Uno viltrumita y el otro un mestizo, el primero es más experimentado en edad, masa muscular y técnica. No es lo mismo pelear con villanos terrestres que con un golpe fuerte puedes aplastar a un ser cuyo cuerpo puede ser inmune a golpes, tener otra forma o composición. Conquest debió ganar. Y aún al final, por mucha fuerza de voluntad de Mark, su cabeza debía ser igual de dura que la de Conquest. Nunca debió hacerla papilla.
En conclusión, está temporada es como una expansión de la adolescencia de Invincible, que espero ya no veamos tanta tontería en la siguiente temporada y un poco más de lógica tanto del lado de los super humanos como de los humanos, por lo que continúa siendo una buena fuente de entretenimiento.






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