De los pocos antihéroes que existen en pantalla grande Venom empezó como una película de acción violencia que incluía un toque de humor. La segunda parte agrego mucho más humor y redujo la acción y violencia. Esta tercera parte se enfoco en la acción e intento equilibrar ambas características. Sin embargo el guion no es muy bueno por lo que el resultado final puede agradar a algunos y decepcionar a otros aunque no cambia el hecho de que está trilogía es mala.
La trama de este capitulo no explica cómo Knull, el creador de los simbiontes ha enviado unas bestias a cazar a estos mismos con la esperanza de que alguno de ellos posea el codex, una llave creada cuando un simbiontes salva de la muerte a su huésped, y poder liberarse de su encierro y sumir al universo en la oscuridad. Casualmente Venom tiene el codex y es perseguido por estás bestias hasta el área 51. Allí Eddie es herido y los simbiontes aliados son masacrados. En un movimiento de sacrificio Venom deja a Eddie y se traga a las bestias para luego ser desintegrado por ácido y fuego. Así pone fin al codex, Knull continua esperando aparezca otro codex y Eddie vuelve a tener una vida normal.
Los efectos no ofrecen nada fuera de lo ordinario. La banda sonora es del estilo de las anteriores cintas. Las actuaciones están al mismo nivel de la historia. Hay uno que otro chiste gráfico y oral pero nada excepcional
En conclusión, Venom: el último baile es el cierre de este intento, malo por cierto, de conferir un aura humorística a un personaje sombrío. Ya Spiderman es un personaje gracioso que gusta a chicos y grandes. No necesitaba alguien grande y fuerte que le hiciera segunda. Necesitaba alguien opuesto a el para que, en el caso teórico de que ambos personajes interactuaran, tanto humor no tirará la película. Fórmula ya probada por Hollywood en el pasado. Recomiendo verla solo si has visto las anteriores pues la escena post créditos abre la posibilidad a otro Venom en el futuro, libre de tonterías, lleno de violencia y sediento de sangre.






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