Confieso que tenía pocas expectativas de esta serie. Vi el primer capítulo con el interés de ver la calidad del maquillaje de Colin Farrell. Oh sorpresa. La curiosidad mató al gato.
Batman de Pattinson es una película que se me hizo tediosa y poco memorable. Tan es así que cuando se anunció una serie centrada en ese Pingüino y saldría la película del Guasón mi entusiasmo estaba a mínimo nivel. Vi tanto la película como la serie. De la película ya conocen mi opinión y de esta serie me sorprendí. ¿Por qué? La forma en que está escrita y la manera en que le dan profundidad al personaje te hace sentir empatía por este hombre que tiene traumas y frustraciones que lo hacen delinquir, engañar y asesinar con el propósito de obtener poder y reconocimiento. Ojo, tanto de la gente como de su propia madre. Lo que diferencia a este pingüino del de la serie Gotham es que esté es menos psicótico y tiene una inteligencia que le lleva a hacer plan tras otro plan y suele improvisar. Esta cualidad lo hace ver ante los mafiosos como alguien poco fiable. Sin embargo, hasta el momento le ha mostrado lealtad a Víctor, el muchacho que tomó como su Robin (lo de robar las llantas de su auto es un excelente guiño) y ambos crecerán, el Pingüino deberá convertirse en un jefe criminal y Víctor en algún otro enemigo de Batman.
Recomiendo completamente invertir tu tiempo en ver está serie. Las actuaciones, el guión y la fotografía son muy buenos y posiblemente sienten las bases para la siguiente película del caballero de la noche.






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