En el pasado, digamos los años cuarenta, la desnudez, principalmente de la mujer, era algo inconcebible. A esa mujer se le estigmatizaba, se le señalaba y discriminaba. Era tan fácil llamar a una bailarina exotica o una modelo, prostituta.

Actualmente es usual que las mujeres, de corta edad, publiquen en redes sociales no solo fotos de índole erótico sino que además ya hacen sesiones pornograficas a cambio de una remuneración. Gracias a este boom sitios como Onlyfans existen. Estas nuevas empresarias/artistas se hacen llamar creadoras de contenido, streamers o influencers aunque en tiempos pasados hubieran sido discriminadas y hubieran terminado casadas con algún político. ¡Oh vaya! Eso no ha cambiado. En fin, ahora es más fácil saber cuántos lunares tiene una mujer en la entre pierna que sus valores mortales y filosóficos.¡Ay, generación Z!😭