Mucho ruido hizo la noticia del atentado al candidato Donald Trump la semana pasada. Que si es legitimo ese acontecimiento, que si es una simulación, que si ya ganó la presidencia pese a haber sido culpado de ciertos cargos por mañas que tiene, que si está loco, etc.

Creo que más allá de que sea real o haya sido una coreografía para ganar más simpatizantes. El hecho de que las noticias mundiales se hayan enfocado tan intensamente en difundir la información y no darle prioridad a algún otro acontecimiento local de cada nación es preocupante.

Los expertos dirán que el hecho de que se difunda de manera masiva la información de lo que pasa en Estados Unidos es porque es la nación más poderosa y dominante del planeta. Lo cual no es verdad pues China ha demostrado ser mucho más poderosa que la nación del Tío Sam. Además no todos los países dependen de Estados Unidos como México. Pensando que México realmente depende de la economía gringa. El abuso de estás noticias más bien tiene que ver con que funciona de manera de distractor para evitar mostrar otro tipo de cosas realmente importantes que suceden en el momento: alzamientos armados, inconformidad de la población, poca o nula atención a desastres naturales, negligencia, abuso de poder, entre otras tantas cosas.

No niego que es deplorable este tipo de acontecimientos donde se ven afectados no solo personajes públicos sino personas inocentes que asisten a estos eventos con el puro deseo de apoyar.

El miedo que infunden estás noticias incrementa la poca fe que existe en los gobernantes y en sus instituciones. Y pensamientos como los que propone Trump, de índole radical tienden a generar más eco en la ciudadania hasta que llegue un punto donde termine el respeto hacia cualquier libertad con tal de realizar aquel ideal escuchado en Youtube, TikTok, CNN, etc.