Este año que finaliza creo, sin temor a equivocarme y en todo caso el creador y señor supremo será el único que pueda juzgar, es mi borrachada.

Borrachada. Sustantivo. Coloquialismo mexicano. Dícese del evento, fiesta o reunión donde el individuo ingiere grandes cantidades de alcohol que lo llevan a un desvarío etílico que degenera en vomitar y decir incoherencias hasta sufrir accidentes (leves a graves).

Habiendo explicado que es una borrachada y entender que es algo por lo general negativo aclararé la razón por la que esto ahora fue positivo. Y es que desde ese día mi ingesta de alcohol se redujo a prácticamente 0. Si se me antoja pero al alejarme de las personas que promovían ese vicio me encuentro ahora lejos de la tentación. Esto no solo es bueno desde el aspecto de la salud. También me permitió ver quienes son amigos reales, esos que te apoyan en momentos de crisis y no dudan en ofrecerte ayuda. Y por último el regresar a este blog es algo positivo. La escritura permite expresar emociones que en mi vida diaria no expresaría y además es una actividad creativa que estimula mi cerebro de una forma que las matemáticas no pueden hacerlo.

Por lo tanto una borrachada en el panorama general me benefició más que perjudicarme.