Ya mero mero estamos en la temporada de estrenos de verano y por tanto los trancazos taquilleros y palomeros que los estudios tienen preparados para bombardearnos y sacarnos lo máximo de nuestro dinero están por llegar. Sin embargo no todas esas películas que en su momento sonaban llamativas y prometedoras lograran completar las expectativas creadas a base de los avances.
Furia de Titanes 2 (Wrath of the Titans)

La trama es tan pero tan aburrida que debo confesar me he dormido intermitentemente durante más de la mitad de la película. Realmente resulta ser una bomba somnífera para las películas de acción y aventura. Tiene un inicio lento que pretende dar un tono dramático con el cual sirva para crear una atmosfera de tensión que nos lleve a la acción, sin embargo esta empieza hasta ya más de la mitad de la película, en la prisión del Tartaro, y aun así no es demasiada como para levantar a esta churro de Prozac fílmico.
Las actuaciones son humildemente malas. Sam Worthington como Perseo queda un poco desconectado del personaje que vimos en la primera parte. Sé que han pasado diez años desde la batalla con el Kraken, Io ha muerto y es padre de un chamaco por lo que se supone es más maduro y menos arrojado. Pero el personaje en vez de demostrar el cambio que sufrió al final de la primera parte, de ser un simple pescador a ser un guerrero y principalmente un semidiós regresa a ser un prudente y preocupado amo de casa. Edgar Ramírez como Ares el dios de la guerra resulta ser otro fiasco que principalmente se lo atribuyo a un mal guion. La personalidad del personaje no está bien definida y resulta a la vista ser más un niño berrinchudo que un dios beligerante. Liam Neeson y Ralph Fiennes como Zeus y Hades repiten sus caracterizaciones e interpretaciones tal cual fueron hechas en la primera parte. Nada novedoso de estos dos.
Los efectos digitales a pesar de tener más trabajo que en el primer capítulo no son tan buenos como para sustentar toda la película en ellos. La mejor exhibición de las herramientas digitales fue con Cronos quien arrojaba lava a su andar aunque tampoco era muy impactante. La Quimera, los soldados de dos torsos enviados por Cronos al final de los cuales no recuerdo su nombre y el Pegaso no demuestran gran trabajo o el empleo de mejores herramientas gráficas.
En conclusión, Furia de Titanes 2 es un bodrio que para nada vale el costo, no de una entrada al cine sino el de tu tiempo, de tu vida. Queda a deber en acción, diseño visual, dirección y guion. En la escala láctea de películas épicas esta cinta recibe una evaluación relativa de 6. En castellano esta evaluación puede interpretarse como: “Buena solución para el insomnio, mala opción para la economía y el entretenimiento. Más vale verla primero con su bucanero de confianza antes de desembolsar en el boleto al cine y llevarse una decepción”.
¿Sabes quién viene? (Carnage)

Desde el titulo ya andamos mal. La trama se centra en la discusión que tienen dos matrimonios por el altercado que tuvieron sus hijos; quedando uno de ellos lesionado. Lo interesante es que la discusión diverge de la pelea de los críos hacia cuestiones más personales que ambas parejas no exteriorizan o hubieran exteriorizado en condiciones “normales”.
Las actuaciones son buenas aunque siento que en algunos momentos Jodie Foster tiende a sobreactuar. Kate Winslet y Christoph Waltz muy bien en sus papeles defendiendo su postura e ideología. Y aunque suele interpretar papeles pueriles John Reilly en esta ocasión logra proyectar la esencia de su personaje aunque tampoco realiza una actuación para la nominación al Oscar.
En conclusión, ¿Sabes quién viene? es una película con un tema no muy atractivo para el público en general. Polanksi consigue retratar como los personajes se despedacen social e ideológicamente mediante una catarsis enmarcada con un departamento en Brooklyn. Por tanto el ritmo de la cinta se es tedioso, cansino y en algún momento hasta exasperante. En la escala láctea de monólogos y diálogos dramáticos Carnage recibe una evaluación relativa de 7. En castellano esta evaluación puede entenderse como: “Excelente opción si lo tuyo son los dramas de la tarde del canal 4 o Hallmark Channel”.
John Carter

Conan de las estrellas, el Chapulin cavernícola, Krull, Kazar… bueno, creo que se entiende. La trama cuenta de un vaquero que logra viajar a Marte donde combate hordas de creaturas antropomórficas, que salva al planeta Rojo de un peligroso enemigo y que se queda con la princesa para vivir felices por siempre. Más o menos de eso trata John Carter. No es una película brutal y llena de acción, vísceras y desnudos femeninos. Tampoco es una gran exhibición de efectos digitales o especiales. Mucho menos es una ópera prima por sus actuaciones. Es lo que es o más o menos lo que el autor visualizo hace más de 50 años. Un mundo que mezcla la tecnología con lo arcaico y brutal de las tribus bárbaras. El resultado: un gran fiasco en taquilla.
Las actuaciones ni buenas ni malas. Posiblemente no prosperaron o tuvieron un impacto mayor al ser un casting mal realizado. John Carter pudo haber sido algún otro actor con mayor renombre y con un físico más imponente (recordemos que a los gringos les gusta plasmar a los barbaros y héroes de acción bien mameyes) como la Roca. La princesa Deja Thoris fue un error en su caracterización pues la princesa se distingue por exhibir pocas prendas que dejan muy poco a la imaginación. Muy a lo que debió haber sido Witchblade.
Los efectos digitales y especiales no ofrecen nada novedoso o interesante. El departamento de arte de Disney debe estar ocupado en otras cosas pues los changos blancos y los seres con apariencia insectoide no son ni tantito sorprendentes o llamativos.
En conclusión, John Carter viene a ser una película simplona de esas que son para rellenar la programación o en este caso la cartelera. No es muy aburrida aunque tampoco es fascinante. En la escala láctea de películas de óperas espaciales y/o fantásticas esta cinta recibe una evaluación relativa de 7. Entiéndase dicha evaluación numérica en castellano como: “Recomendable verla en lugar de Furia de Titanes 2 o a falta de opciones”.





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