La historia básicamente se centra en el choque de fuerzas alienígenas y vaqueros del viejo oeste. La razón para dicha confrontación es el oro. Y al ser una especie más avanzada tecnológicamente hablando como estrategia rapta seres humanos para estudiar sus debilidades biológicas. Sin embargo uno de los especímenes capturados escapa con un artefacto en forma de pulsera que tiene el uso de arma o pistola laser. Este vaquero junto con otros vaqueros e indios logran hacer frente a los invasores librando así al viejo oeste y al mundo de la amenaza galáctica.

Las actuaciones al ser una película enfocada en acción y efectos digitales no son lo que se consideraría para un Oscar aunque no son pésimas. Daniel Craig como el amnésico Jake Lonergan pasa sin pena y sin gloria. Más que nada porque si personaje es todo el estereotipo de tipo rudo, temerario y todo un ninja en la hora del combate. Harrison Ford como Woodrow Dolarhyde resulta su interpretación una contradicción. Al inicio el personaje es temido y respetado pero no es lo suficiente malo o tosco como para un mafioso o el rival del héroe y tampoco es suficientemente sensible y generoso para ser el compañero de aventuras. Es un personaje que bien podría no estar ahí y la película seguir su curso como si nada. Olivia Wilde como la marcianita Elle pasa sin pena y sin gloria. Su interpretación es tan plana como en sus anteriores participaciones y lo que finalmente resultaba loable de ella, el desnudo, es tan cuidado que ni a limón sabe.

Los efectos digitales no son malos pero tampoco excelentes. Cumplen con su labor. El diseño de las naves seguramente decepcionara a muchos, sin embargo hay que tener en cuenta el propósito del director el cual emplea un tema muy de los años 80s donde el espacio era un tema mezclado con vaqueros, dinosaurios, deportes, etc., y por tanto el look industrial de la tecnología alienígena. Los efectos especiales de las explosiones, de los disparos laser y balas como siempre sin tache.

En conclusión, Vaqueros y Aliens es una película palomera para el fin de semana apta para todo público. Al parecer John Favreau se sacó la lotería cuando dirigió Ironman pues después de ella ha hecho puras porquerías que en nada se asemejan a su one-hit-wonder. Tal vez más sangre hubiera hecho a la película más atractiva. En la escala láctea de películas de vaqueros y naves espaciales esta cinta recibe una evaluación relativa de 7. En castellano esto se traduce como: “Aunque lo mejorcito actualmente en cartelera es recomendable verla antes con su distribuidor pirata de confianza”.

Conan el Bárbaro (Conan the Barbarian)

Después de más de 20 años Conan regresa a la pantalla grande. Sin super músculos, un acento como de robot o mal inglés y con una apariencia más apegada a los comics este Conan podría llegar a ser de culto. La trama al igual que la película de los ochentas no es compleja o pretenciosa. Más que nada es una película de orígenes que trata de explicar la razón de porque Conan no solo es el último Cimerio sino uno de los más peligrosos.

Las actuaciones así como el reparto no son excepcionales pero cumplen. Jason Momoa como Conan a mi juicio hace una buena interpretación. En las páginas de crítica especializada se hace hincapié en que Conan tiene muy pocos diálogos y casi toda la película solo gruñe. Para mi está bien, si el actor no tiene tanta experiencia y el personaje no comprende una complejidad psicológica tal que requiera una gran habilidad histriónica el transmitir emociones y sentimientos, como Conan, entonces si el actor se enfoca más en realizar lo mejor posible sus coreografías y poses de guerrero yo como espectador me doy por bien servido. ¿Para qué quiero ver a un excelente actor como Edward Norton si este finalmente no podrá llenar el aspecto visual del personaje? Stephen Lang como Khalar Zym realiza bien su labor aunque creo su personaje no tiene la suficiente fuerza o trascendencia (a pesar de ser quien aniquila a los Cimerios) para fungir como némesis del héroe. Rose McGowan como la hija de Khalar, Marique, realiza bien su trabajo. Pues no solo consigue que el personaje sea cruel y un poco perverso sino también le imprime un aura mórbida. Rachel Nichols como la sacerdotisa Tamara consigue la misma interpretación que en GI JOE.

Los efectos especiales bien logrados, una que otra sobreactuación de los soldados, uno que otro fallo en la textura de la sangre aunque nada realmente trascendente. La ambientación, escenario, banda sonora y vestuario de acorde al tono del filme.

En conclusión, Conan el Bárbaro, es una buena película… para los años 80s. Lamentablemente personajes como Conan, Kull y He-man, guerreros barbaros no son tema atractivo para las generaciones actuales y por lo tanto los estudios no concentran esfuerzos en desarrollar guiones, ya no inteligentes o innovadores pero si mercadologicamente bien elaborados. Posiblemente Conan hubiera funcionado mejor con la audiencia si se hubiera empleado un acercamiento estético semejante al de 300. En la escala láctea de películas de guerreros salvajes esta cinta recibe un 8. Transformando dicha evaluación en castellano se tiene: “No es la mejor película de espadas, sangre y chicas desnudas pero tampoco es la peor. Muy recomendable para el fin de semana con el látigo o los amigos”.