Después de una fin de semana de comilona que para mi representa el inicio de la temporada invernal (comida, dulces, chupe y camaradería) no queda más que comentar lo recién visto en cine: Megamind. Y no, no es ninguna película tan novedosa que no haya salido por estos lares. Ni modo, no me he puesto las pilas. Ya será otro propósito para año nuevo.
Dreamworks baso el eje de la cinta, el supervillano contra el superhéroe clásico, en el origen del alienígena más famoso del mundo, no es Alf ni tampoco Ben 10; Superman. El giro curioso de la historia es el hecho de que nuestro alíen decide después de ponderar su desempeño y resultados en sociedad que lo que le competía era ser villano. Durante una de sus múltiples confrontaciones con su némesis consigue lo siempre anhelado, la victoria. Sin embargo, después de conseguir destruir a su enemigo mortal se encuentra con inconveniente de no saber qué hacer. Ya sin aspiraciones ni motivaciones llega a la conclusión de crear a su propio enemigo mortal en base al ADN de su archienemigo. Por supuesto que todo cambia desde el momento en que se enamora de la hermosa periodista quien después de la muerte del héroe parece tener más en común al villano de lo que se pensaba. Al final nuestro archivillano por amor, cambia de bando y se enfrenta contra quien considero seria un digno representante del bien mas por sus complejos y resentimientos es corrompido y resulta ser una amenaza para la ciudad aunque mucho más letal para la periodista. Al final el chico malo se vuelve bueno y se queda con la chica.
La animación no es la gran maravilla, es más, recae en la mediocridad al no ofrecer alguna novedad pues es muy parecida a trabajos hechos por estos estudios (Shrek, Madagascar, Kung Fu Panda). Las voces difieren un poco en comparación a las de idioma original (Marco Antonio Regil en vez de Brad Pitt, Ludwika Paleta en vez de Tina Fey) aunque no es algo muy significativo. La banda sonora tiene una que otra rola presente en la mente colectiva (Michael Jackson-Bad, AC/DC-Back in Black, George Thorogood-Bad to the Bone).
En conclusión, Megamente no es una película tan entretenida ni tan compleja como lo fue Los Increíbles sin embargo y como es característico de Dreamworks, maneja varios mensajes propositivos como el no dejarte llevar por lo que dicen los demás, persigue tus sueños, etc. En la escala láctea esta cinta recibe una evaluación relativa de 7. En castellano se traduce esto como: “Para el género de superhéroes enfocado a un mercado de niños Teletubbies (niños de 1 a 6 años) puede resultar interesante. Si no te encuentras dentro de este rango existen otras opciones más interesantes y donde no inviertas tanto varo.”






Deja un comentario