La trama cuenta como un empleado, James Reece, de la embajada norteamericana en Paris realiza labores de espionaje con el fin de ingresar al “club” de los agentes secretos. Su vida parece normal hasta el momento en que le asignan una misión que involucra unir fuerzas con uno de los mejores agentes: Wax. Juntos van atando cabos hasta llegar a un proveedor de cocaína con el cual determinan que hay una agrupación que tiene bajo la lupa a Reece. Poco después Wax descubre que la novia de Reece es un miembro de la organización y que posiblemente desea atacar a una delegación norteamericana que va de visita a Paris para apoyar a África. Sin embargo Reece deduce que el objetivo de su ataque es la embajada misma por lo que decide ir y convencer a su novia de desistir en su intento pero al ver que no logra que cambie de opinión la mata, evitando así el ataque terrorista. Al final Reece consigue ingresar al “club” y Wax es llamado para otra misión en algún otra parte. No sin antes jugar un partido de ajedrez con su nuevo amigo.


Las actuaciones en este tipo de cintas no es algo que realmente pese o importe mucho debido a lo poco desarrolladas que son las tramas. John Travolta como Charlie Wax resulta entretenido. No impone como un Samuel L. Jackson, no tiene la actitud de Bruce Willis ni tiene la agilidad de Jason Statham mas el tono irreverente, el corte de cabello además de las capacidades histriónicas de Travolta (pocas o muchas cada quien dirá) le confieren al personaje cierta profundidad. Jonathan Rhys Meyers como James Reece realiza una buena labor. Pues el personaje en todo momento se mantuvo coherente con los hechos de la trama los cuales son: no estaba completamente entrenado, no tenía sangre fría para matar, conocía poco o nada de psicología criminal así como del argot de la calle y demás conocimientos del medio.

Las escenas de persecución nada fuera de lo normal. Los efectos especiales como las explosiones y balazos creo que no fueron tan buenos. Por lo menos lo que son las explosiones no fueron tan vistosas como a las que nos tiene acostumbrado Besson. La música nada fuera de lo normal. Las peleas igualmente nada sorprendentes y hasta diría que un poco limitadas. Posiblemente por la edad de Travolta.

En conclusión, From Paris With Love, es un buen churrito dominguero. No pretende posicionar a Travolta como héroe de acción ni tampoco a Rhys Meyers. Tampoco pretende cambiar el modo en que se hacen las películas de acción y mucho menos aportar algo al género. Digamos que solo fue un pretexto del cine gringo de hacer algo con la historia de un francés: Luc Besson. Seguro habrá quien la exalte y habrá quien la critique. En la escala láctea esta película recibe una evaluación relativa de 7. En castellano esto se traduce como: “Más vale ver esto que Día de los Enamorados o similares.”

Pocas, muy pocas personas desconocen la existencia de los Superamigos e igualmente pocas personas jamás han escuchado de Batman o Superman. Bueno pues. La trama de esta aventura de los Superamigos (alias la Liga de la Justicia) se basa en la teoría de los multi-universos creada por DC para dar cabida a los personajes de las empresas absorbidas. Y como era lógico, debería existir una realidad donde todo fuera lo opuesto. Es decir, los buenos son los malos y los malos son los buenos. Este es el caso de tierra dos, donde habita una Liga de la Justicia que en vez de velar por la paz de la tierra busca someter los gobiernos del mundo a su voluntad, la voluntad del Sindicato del Crimen. Por lo tanto del lado bueno se toman medidas las cuales incluyen buscar refuerzos en otro universo paralelo. Asi es como el Lex Luthor bueno busca la ayuda en el universo principal de DC y por ende de la Liga de la Justicia que nosotros conocemos. Ya habiendo decidido apoyar al Luthor bueno la liga lanza una ofensiva en tierra dos liderada por Superman y La Mujer Maravilla. Después de unas cuantas peleas que demuestran la superioridad de los Superamigos el campo de batalla cambia de lugar al universo principal de DC, en especifico la torre de vigilancia de la Liga de la Justicia. Ahí la defensa corre por parte de Batman y algunos héroes que no son considerados miembros en esta aventura. Sin embargo no es suficiente y Superwoman (contra parte de Wonder Woman) logra obtener un artefacto que dejo escondido Luthor en su visita previa. Dicho aparato le permite a Owlman (contra parte de Batman) armar una bomba capaz de destruir un universo paralelo. Mas su propósito real es destruir todas las realidades detonando la bomba en la tierra que origina a todas las demás: Tierra Prime. Superman y los demás al tanto de sus planes lanzan un ataque directo a los cuarteles del Sindicato del Crimen ubicados en la Luna. Sin embargo Owlman se tele transporta junto con la bomba a Tierra Prime. Despues de conocerse el plan original de Owlman tanto la Liga de la Justicia como el Sindicato del Crimen deciden trabajar en conjunto para crear un portal que les permita alcanzar a Owlman antes de que detone la bomba. Pero únicamente solo uno de ellos puede pasar y debía ser su contra parte: Batman. Después de una balanceada lucha Batman consigue tele transportar a Owlman y a la bomba a otra tierra y con ello salvar a todas las realidades.

La animación es la típica de Warner Brothers empleada a los personajes de DC, es decir, el estilo grafico característico de Timm Bruce. Las voces, aunque conocidas tampoco es algo trascendente. Y tampoco la banda sonora es algo memorable. Es un típico cartoon que difiere de la serie televisiva solamente por la duración.

En conclusión, Justice League: Crisis in Two Earths es un capítulo más de la serie de Justice League. No aporta nada gráficamente aunque argumentalmente permite que los neófitos se empapen de mitos e información algo actual de esta agrupación. Por ejemplo el origen de Ultraman y Superwoman. Además de que da cabida a alguna película que toque el tema de la crisis de tierras infinitas. Pero eso es otra historia. En la escala láctea esta cinta recibe una evaluación relativa de 7. Lo que es castellano significa: “Vale la pena para pasar el rato y ver la versión sádica de la Mujer Maravilla”.