Después de un rato de disfrutar de las bondades de la televisión de paga no hay nada como regresar al séptimo arte. Y es mejor aun cuando se trata en comentar la adaptación de una caricatura japonesa de esas viejitas que salían en el canal 5.
La trama es de lo mas simplista que podría haber. Aun para una película de orígenes. Erase una vez un niño muy inteligente hijo de un científico muy inteligente que murió. Su papá empleando un simple cabello para recuperar por medio de ADN la memoria del niño crea un cyborg o androide a semejanza de su hijo. Este niño robot no es aceptado por su padre y huye. En el proceso es perseguido por un malvado tirano. Conoce amigos humanos y mecánicos. Finalmente derrota al malvado tirano y logra la aceptación de humanos y robots así como de su padre. Fin.
Lo único rescatable de esta aventura de Astro Boy es el hecho de que esta dibujado en tercera dimensión. Aunque siendo estrictos la habilidad del estudio Imagi cada vez es más cuestionable tomando en cuenta que no se aprecia una evolución en las herramientas gráficas empleadas ahora como en las en las Tortugas Ninja (TMNT). La trama es sosa y desabrida. Aun con toda esa gama de celebridades prestando su voz para dar vida a esta historia la cinta se siente lenta y estúpida. ¡Por dios! Estamos en el siglo 21, las ciudades flotantes, los vehículos voladores por medio de algún extraño dispositivo gravitacional o fuentes de energía cuasi místicos son conceptos de los ochentas que ahora causan gracia a las audiencias jóvenes. Estos elementos están tan desgastados que terminan dando a la historia un aura cómica que la lleva al borde de lo estúpido (Para robots con forma de limpia vidrios y atomizador solo Hanna-Barbera o Disney). De tal manera que la cinta se enfoca más al despliegue visual que al desarrollo de los personajes, de sus circunstancias y entorno. La banda sonora es otro negrito en el arroz. Sus melodías son tan repetitivas y estereotipadas que pasan desapercibidas; pues resulta aun más atrevido el tema principal de la serie Astro boy que pasaba en Cartoon Network que el tema principal de este mega churro made in U.S.A.
En conclusión, Astro Boy es un intento más del cine gringo de adaptar un concepto japonés. Lamentablemente también representa un intento más de revivir conceptos y franquicias exitosos de los setentas y ochentas. La verdad yo esperaba más de esta gran aventura del niño robot de Osamu Tezuka. En la escala láctea este churrito desabrido recibe una evaluación relativa de 7. En castellano esto se traduce como: “Para nada vale la pena verla en el cine, 3D, realidad virtual o como lo vendan. Con la caricatura basta y sobra.”
La trama es de lo mas simplista que podría haber. Aun para una película de orígenes. Erase una vez un niño muy inteligente hijo de un científico muy inteligente que murió. Su papá empleando un simple cabello para recuperar por medio de ADN la memoria del niño crea un cyborg o androide a semejanza de su hijo. Este niño robot no es aceptado por su padre y huye. En el proceso es perseguido por un malvado tirano. Conoce amigos humanos y mecánicos. Finalmente derrota al malvado tirano y logra la aceptación de humanos y robots así como de su padre. Fin.
Lo único rescatable de esta aventura de Astro Boy es el hecho de que esta dibujado en tercera dimensión. Aunque siendo estrictos la habilidad del estudio Imagi cada vez es más cuestionable tomando en cuenta que no se aprecia una evolución en las herramientas gráficas empleadas ahora como en las en las Tortugas Ninja (TMNT). La trama es sosa y desabrida. Aun con toda esa gama de celebridades prestando su voz para dar vida a esta historia la cinta se siente lenta y estúpida. ¡Por dios! Estamos en el siglo 21, las ciudades flotantes, los vehículos voladores por medio de algún extraño dispositivo gravitacional o fuentes de energía cuasi místicos son conceptos de los ochentas que ahora causan gracia a las audiencias jóvenes. Estos elementos están tan desgastados que terminan dando a la historia un aura cómica que la lleva al borde de lo estúpido (Para robots con forma de limpia vidrios y atomizador solo Hanna-Barbera o Disney). De tal manera que la cinta se enfoca más al despliegue visual que al desarrollo de los personajes, de sus circunstancias y entorno. La banda sonora es otro negrito en el arroz. Sus melodías son tan repetitivas y estereotipadas que pasan desapercibidas; pues resulta aun más atrevido el tema principal de la serie Astro boy que pasaba en Cartoon Network que el tema principal de este mega churro made in U.S.A.
En conclusión, Astro Boy es un intento más del cine gringo de adaptar un concepto japonés. Lamentablemente también representa un intento más de revivir conceptos y franquicias exitosos de los setentas y ochentas. La verdad yo esperaba más de esta gran aventura del niño robot de Osamu Tezuka. En la escala láctea este churrito desabrido recibe una evaluación relativa de 7. En castellano esto se traduce como: “Para nada vale la pena verla en el cine, 3D, realidad virtual o como lo vendan. Con la caricatura basta y sobra.”






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