Antes de empezar a comentar mi experiencia con la película de esta ocasión debo confesar que me fue algo difícil, dude por un momento en comentar, escribir acerca de esta película. ¿Por qué? Bueno, básicamente debido a que la línea de crítica que maneja Brüno con Borat es delgada. Tan delgada que podríamos decir que es una continuación aunque un poco mas light en acidez. Y siendo que Borat no es una monedita de oro en temas de conversación, pues resulta complicado abordar una crítica a una cinta o personaje como lo es Sacha Baron.

La cinta se centra en Brüno, un joven homosexual que se dedica al mundo de la moda. O eso aparenta. Siendo vetado de su natal Alemania busca la fama en la tierra de las oportunidades, Estados Unidos de América. Durante su búsqueda de fama Brüno hace de todo, principalmente para la televisión (conducción, entrevistas, etc.). Esto mientras confronta a los personajes a través de situaciones incomodas hacia cuestiones éticas, de racismo, discriminación. Principalmente exaltando su homofobia.

Las actuaciones son del mismo grado de Borat. Es decir, Sacha se caracterizo íntegramente en Brüno, es decir, un homosexual. Los fotomontajes tan bien hechos durante las secuencias de gayby le dan bonus tanto de humor como de credibilidad para quienes creyeron que dichas fotos eran reales.

En conclusión, Brüno es cómica pero no bastante cómica como Borat. Parte de este éxito a medias es el hecho de que el tema que aborda, homosexualidad, no fue abordado tan profundamente como la discriminación y racismo en Borat. Sin embargo eso no quita que Sacha Baron sea un tipo con huevos para exponer temas que en este tiempo deberían dejar de ser Tabus como en la secuencia de Israel y Medio Oriente. La última parte es un homenaje, solo le falto el guante pero debido a los acontecimientos recientes le significaría una demanda y/o censura. En fin, en la escala láctea recibe una valerosa evaluación de 8. En castellano se traduce como: “Solo recomendable para quien no sea homofóbico.

Bruno

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