
Quien haya visto la primera puede intuir que una segunda parte de una película mediocre, siguiendo la misma formula por supuesto, significa simplemente una mala película. Sin embargo Dreamworks aposto por realizar una segunda parte y créanlo o no se superaron. Es peor que la anterior.
La trama continua lo visto con la anterior. Es decir, los animales que escaparon del zoológico intentan regresar a Nueva York pero por desperfectos mecánicos de su avión se estrellan en la sabana Africana. Allí cada uno busca encajar en su hábitat natural mientras los pingüinos con ayuda de unos changos reparan la aeronave. De esta manera conocemos el pasado de Alex (el león) así como el estatus actual de su padre el líder de la manada de leones y aparentemente rey de la selva (pese a que no haya selva). Marty confronta el hecho de no ser tan único como esperaba serlo cuando se incorpora con otras cebras. Siendo Melman (la jirafa) un maniático obsesivo y posiblemente hipocondríaco adquiere el cargo de jefe shamánico de las jirafas. Y Gloria (la hipopótamo) queda embelesada con el contacto de otros de su misma especie. Todos estos acontecimientos son enmarcados con pequeños problemas y situaciones que convergen en un final típico de cuento de hadas donde todos son felices.
Los efectos especiales decepcionan al no innovar en texturas o efectos de luz. Los diseños de los personajes no presentan novedad lo que sugiere un reciclado de todos los personajes. La banda sonora ahora carece de un tema representativo como lo fue en la anterior el de Move it.
En conclusión, Madagascar 2 es una completa perdida de tiempo y sobre todo, dinero. No sobrepasa en ningún aspecto (diversión, entretenimiento, efectos especiales, música, etc.) a su predecesora por lo que después de los primeros 5 minutos el espectador comenzara una serie de bostezos que culminara con el fin de la cinta o la deserción a verla. En la escala láctea recibe una evaluación cuantitativa de 6. En castellano esto quiere decir: “Una porquería. No vale ni el DVD pirata de lo mala y aburrida que esta. Aunque es altamente recomendable para quien guste pagar por dos o tres gags que conforman lo chistoso de la cinta.”
Directa continuación de Casino Royale llena de mucha más acción y escenas trepidantes jamás antes vista en una película de Bond. Realmente le ha funcionado este reset a la franquicia del espía secreto mas conocido del mundo. Si acaso es de lamentar la carencia de féminas en poca ropa que adornaban por algunos segundos las pausas que hacia el agente 007 entre pelea y pelea. Ya que a pesar que contar con la nueva estrella sexy Olga Kurylenko que cuenta en Hollywood solo con dos películas previas, Hitman y Max Payne, poco de su fina y delicada figura es apreciable.
Siendo la trama una continuación de la película o capitulo anterior debemos entender que Bond se encuentra enojado, deseoso de venganza por la muerte de Vesper. Así que se encuentra hecho una maquina de matar sea quien sea. Y en esta ocasión va tras la cabeza de un miembro de Quantum, Dominic Greene. El pequeño inconveniente es que Quantum posee personas en todos los niveles en todo el mundo por lo que se vuelve casi imposible el hecho de confiar en alguien. Sin embargo Bond no desiste y se lanza en su faena de venganza y justicia con o sin respaldo de MI6. Al final Bond se inclina por la justicia en vez de la venganza al no matar a Greene aunque tampoco lo ayuda a vivir dejándolo a su suerte en medio del desierto.
Las actuaciones son buenas pese a que abunda la acción en todo momento. Daniel Craig como el agente James Bond hace una muy buena labor tanto dramáticamente como coreográficamente (escenas de acción y pelea). Al principio, antes de Casino Royale para ser especifico, me encontraba un poco escéptico en cuanto a la elección de Craig para personificar a Bond pues no poseía mucho renombre y porque estéticamente no poseía similitudes con los anteriores Bonds sin embargo con estas dos películas no solo ha cimentado sus capacidades histriónicas sino que además ha recreado a un personaje que por mucho tiempo se considero como un estereotipo de espía de juguete (guapo pero con aptitudes físicas menesterosas que lo hacen poco convincente). Olga Kurylenko como Camille no aporta aunque tampoco quita nada. Solo es resaltable el hecho de que se le ha dado la oportunidad de poseer mas tiempo en pantalla que en las cintas anteriores en las que ha participado. Mathieu Amalric como Dominic Greene realiza una interpretación algo ambigua pues en momentos pareciera un psicópata desquiciado y en otros un frio y calculador hombre de negocios sucios.
Los efectos especiales son muy buenos. En especial los empleados en el inicio, durante la persecución en autos. La escena de las lanchas y la de los aviones no están mal pero las acrobacias en autos considero son mas difíciles que en los otros vehículos. También es loable el trabajo hecho en maquillaje pues en muchas escenas Bond no solo sale quemado, golpeado, raspado y cortado sino también hasta la irritación o inflamación de los ojos es bastante realista.
En conclusión, 007 Quantum es una buena secuela para esta nueva línea o visión en la que se lleva al 007. Como cinta de acción cumple perfectamente su labor que es entretener e inyectar algo de adrenalina aunque tampoco cae en los guiones bobos llenos de frases trilladas o en clichés (los hay pero no son los más). Por lo tanto en la escala láctea recibe una evaluación cuantitativa de 9. Lo que en castellano significa: “Muy recomendable verla con l@s amig@s, la familia o solo en ultimo termino. Las palomitas o los nachos valen el gasto.”





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