Un robot único (por poseer una personalidad desarrollada y propia) es el último vestigio de la especie humana sobre la tierra. Sin embargo la llegada de un robot “hembra” del espacio a la tierra no solo significa la existencia de la raza humana sino la posibilidad de este pequeño robot de tener un amigo o algo más.

Los efectos no decepcionan aunque tampoco sobresalen. No hay evolución en las herramientas gráficas de Pixar. No existen texturas que no hayan sido empleadas en las anteriores dos o tres películas realizadas. La banda sonora contiene tonos simpáticas que aderezan uno que otro chistorete de pastelazo del mini robot aunque realmente no sobresale. Las voces son pocas pues solamente los humanos son quienes hablaban así que no hay actores o voces de renombre en el elenco. Si acaso lo molesto es el empleo de tonos digitales, muy de robot, en Wall-E, EVE o cualquier otro robot que no sea Auto. Pues considerando que todos los robots a excepción de Wall-E son del futuro y por ende la tecnología de cierta manera evoluciono en 700 años deberían entonces las maquinas poder hablar en lenguaje humano y no emularlo en una bocina como aparece en la película. Tal ves esto se deba a que el androide favorito por décadas ha sido R2-D2 del universo Star Wars. Aunque esta comparación nada vale si consideramos que R2-D2 funcionaba porque tenia como pareja a C3-PO quien traducía lo que el pequeño astromecha decía.

En conclusión, Wall-E es una película que se anuncio mucho y de la cual se creo una expectativa alta mas se quedo corta. La película en si debió haber sido mas para un corto que para los mas de sesenta minutos empleados en ella. Su publico objetivo, los niños menores de 10 años, a la mitad de la película sino es que antes pierden el interés. Ya sea porque el robot no hable, no tenga con quien interactuar en la tierra más que a la cucaracha o el simple hecho que un robot tenga el comportamiento de un niño de 3 años al explorar el mundo. En la escala láctea cuantitativa recibe una evaluación de 7. Lo que en la escala cualitativa se transcribe como: “No vale la pena gastar casi 50 pesos para ver esto en el cine si existen los DVDs piratas, la casa del amigo o alguien que ya gasto en comprar este garbanzo de a libra: Repito, no vale la pena el gasto.”

Un personaje netamente basado en un superhéroe de clase invencible como el paradigmático Superman. Aunque a diferencia del boyscout de Smallville, Hancock es un super humano al que le importa poco la opinión de la sociedad o al menos eso aparenta. Solo cuando un publicista le tiende la mano desinteresadamente es que Hancock decide cambiar y corregir sus malas costumbres. Sin embargo en el proceso conoce de alguien más que posee los mismos poderes y que tiene conocimiento de su olvidado pasado.

Las actuaciones si bien no son extraordinarias por lo menos no hacen de Hancock una película de cómics ridícula o mediocre. Will Smith como el poderoso Hancock considero se queda corto en cuanto a capacidad interpretativa aunque no es culpa suya sino del guión. En Soy Leyenda Smith continuo lo hecho en Búsqueda de la Felicidad, que podemos decir es un punto de inflexión en su carrera dado que es donde se aprecia un gran crecimiento como actor. Entonces como Hancock se esperaba algo similar, la sensación de lucha y zozobra por su pasado incierto, el rechazo de la sociedad, la calidez de la familia Embrey, etc, mas nunca sucede ya que el personaje y sus diálogos no le permiten a Smith poderle dar mas profundidad y por lo mismo solo vemos aun jetudo ebrio volador que después de pasar unas noches en la cárcel se vuelve un hombre de bien (sigue jetudo pero pone cara de tonto en las ocasiones que debe demostrar cortesía). Charlize Teron como la perfecta esposa Mary realiza una labor aun mejor que la de Smith pues pasa de ser una delicada amita de casa a una super heroína (no hace nada heroico pero no supe como clasificarla) de varios años de edad. Sus cambios de actitud hacia Hancock son su fuerte. Jason Bateman como el publicista todo corazón Ray Embrey se desenvuelve bien aunque el tipo de personajes “todo es dulce y la vida es rosa” no aportan mucho en cuestiones dramáticas.

Los efectos especiales son regulares. Muy al nivel de televisión de paga. El monito volador no supera a los efectos empleados en Superman Regresa. Romper cosas (trenes, casas, coches, asfalto) son cosas muy empleadas en este género de películas y que por lo mismo no presentan un avance o ventaja tecnológica. La banda sonora tiene mucho de hip-hop, básicamente durante la etapa del Hancock ebrio, aunque hay una que otra rola incidental de pop que le da variedad a la música.