La historia de este cuento relata como en un reino mas arriba del humano (nuestro) el famoso Rey Mono pierde en una pelea su bastón mítico. Este bastón que otorgaba invencibilidad al Rey Mono se pierde en el Reino Medio y permanece allí hasta que un muchacho que por curiosas circunstancias se convierte en el portador de dicho bastón. Por magia desconocida llega al Reino Superior y ahí empieza su travesía en busca del dueño del bastón. En su aventura conoce a un peleador ebrio, una hermosa guerrera en busca de venganza y un monje. Al final el muchacho no solo logra entregar el bastón a su dueño sino que aprende Kung Fu y por lo tanto adquiere confianza en si mismo.

Las actuaciones no son dignas de un premio Oscar pues la valía de este tipo de películas recae en las escenas de acción o pelea. Jackie Chan como Luyan el inmortal ebrio o el Viejo Hop como siempre desarrolla un personaje carismático, burlesco y de buenos sentimientos. Jet Li como el Rey Mono y el Monje igualmente se mantiene en el estereotipo de personajes que maneja, personajes de pocas palabras pero que en momentos decisivos son los que toman la batuta y usualmente son los mas fuertes o peligrosos. Yifei Lu como la guerrera Gorrión Dorado es la típica cara bonita oriental que parece más o menos tener nociones de Kung Fu. Michael Angarano como el protagonista Jason Tripitikas resulta ser lo mismo de siempre. Un personaje caucásico, miedoso y débil que domina en poco tiempo artes marciales convirtiéndose en un peligro para los malos.

Los efectos especiales no son nada despampanantes. Aunque considerando el presupuesto que se maneja en Hong Kong o China para efectos es evidente que los empleados en esta película son muy buenos. Desde el típico correr sobre árboles o el aire hasta el de golpes de ki que deforman la roca o rompen la resistencia del aire. Los escenarios son los típicos de este tipo de películas, posadas o bares chinos, zonas desérticas, planicies y bosques. Destaca la fotografía.