La trama de la cinta nos muestra a un matón a sueldo muy a la Bourne que es tan perfecto en su labor que es matar que sus clientes lo contactan de forma impersonal vía computadora. Todo hasta el momento va bien para el agente 47 pero al momento de dar su más reciente golpe recibe la notificación de que existen testigos y que deben ser eliminados. Esto resulta en una trampa por lo que Hitman protege a la testigo, muy guapa por cierto, mientras indaga quien le tendió la trampa y porque. Así, entre pesquisas, conjeturas y mucha sangre el agente 47 logra identificar a su traidor y lo elimina. Al final, el cuida por la seguridad de la hermosa chica y aparentemente continua haciendo lo mejor que sabe hacer: matar.

Las actuaciones no son de un Oscar pues el guión no esta enfocado en las virtudes histriónicas de un melodrama sino en una trepidante historia de acción. Timothy Olyphant como el agente 47 realiza a juicio de un servidor como una buena labor. Pues proyecta a Hitman como un asesino desalmado, insensible en apariencia, metódico, pulcro, y aun así inocente y tierno en cuanto esta en contacto con Nika. Dougray Scott quien interpreta a Mike Whithier el detective de INTERPOL que persigue a Hitman. Olga Kurylenko como la testigo y protegida de Hitman, Nika Boronina destaca solamente en el plano estético pues en el actoral su personaje no aporta mas que lo que esta destinado a ser, la damisela en peligro. El resto del elenco se encuentra dentro de la norma en calidad actoral por lo que la cinta no resulta siendo un churro.

Los efectos especiales muy bien logrados y acompasados tanto con la música como con las acciones en pantalla, dando como resultado en un producto entretenido. Si acaso un pero le pondría a algunas tomas en las escenas de acción, practica muy empleada por los gringos cuando sus actores no poseen las capacidades físicas para peleas o secuencias riesgosas.