Conforme pasa el año el clima se pone peor y al parecer las películas igualmente toman matices de suma pobreza cualitativa. En esta ocasión, D-War es una película de dragones muy al estilo de la ignorada Reign of Fire, es decir mucha acción, efectos especiales en todo su esplendor, un guion trivial y un elenco poco menos de importante. Su director Hyung-rae Shim de origen coreano intento darle un toque asiático a la película pero su poca experiencia se ve reflejada al momento de ver como todo el presupuesto esta desperdiciado en.. nada. Un churro seguro Dragon Wars lo es, pero de los más recientes es el peorcito.

La historia se centra según esto en una leyenda coreana que dice que los dragones antes de ser eso, dragones son como serpientes gigantes terrestres que de alguna manera son buenas o malas. Los pre dragones buenos son llamados Imoogi mientras que el espíritu o dragón maligno es llamado Buraki. Para poder estos predragones digievolucionar necesitan algo llamado Yeouijoo el cual se encuentra en una chica de 19 años la cual como distintivo posee una marca roja en forma de dragon en su hombro. Al cumplir la chica la edad de 20 años debe ser sacrificada para que asi libere el Yeouijoo y el dragón pueda transformarse y poder ascender al cielo. Narin es la chica que posee el Yeouijoo y pertenece a la clase alta. Tiene como guardaespaldas personal a Haram quien es instruido por Bochun, algo asi como un guardián. Narin y Haram a pesar de la diferencia de clases son amantes cosa que dificulta la labor de Haram. Cuando Buraki lanza un ataque contra la ciudad de Narin con el fin de obtener el Yeouijoo ambos amantes escapan pero Haram aun sabiendo que el destino de Narin es morir para permitir que el dragón bueno obtenga el Yeouijoo sus sentimientos le impiden sacrificarla. Y en su intento de huida ambos amantes mueren. Quinientos años después, en la época actual ambos renacieron. Haram como el reportero Ethan Kendrick y Narin como Sarah Daniels. Buraki nuevamente deseosa del Yeouijoo emprende la búsqueda de Sarah junto con su ejercito. Finalmente Sarah al comprender que su obligación es morir para que el Imoogi pueda evolucionar y Buraki así como su ejercito termine con su destrucción, se sacrifica y entrega el Yeouijoo a Imoogi. El dragón bueno al convertirse en un dragón destruye a Buraki y la paz y la tranquilidad regresan al mundo.

Las actuaciones son de un nivel muy al estilo de serie gringa chafa. Nadie, ni Jason Behr (Ethan), ni Amanda Brooks (Sarah) o Robert Foster (Jack/Bochun) realizan una actuación destacable a pesar de las deficiencias del guion.

Los efectos especiales son buenos en algunos aspectos aunque en otros carecen de detalle. Los dragones contienen un nivel de detalle aceptable aunque algunas animaciones tienen aspecto de eso, animación. Los efectos físicos de la devastación, asfalto volando, autos destrozados, fuego y viento en ocasiones esta tan marcado que es apreciable la falta de realismo y su origen digital.

En conclusión D-War es un churro que ni para un dominguin aguanta. Termina cansando de lo predecible que resultan las situaciones, los efectos decepcionan y el elenco no luce. Solamente es recomendable para algún valiente que tenga alguna fijación por los dragones o que le guste sufrir, de ahí en fuera no es recomendable. En la escala láctea recibe una calificación de 7 o lo que en castellano significa "Abuurrida, predecible y en ocasiones tonta"

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