Más allá de donde llega la vista, sobre las montañas de un continente lejano llamado Guerrero, en un poblado como mil otros en el mundo, vive una creatura de luz y de sombras, ella es una Auriga, una jinete de la esperanza. Su nombre es un mito, unos la llaman Venus, otros Brunilda y los que más la llaman Priscilla la que refleja otro tiempo. Su poder es la luz que ilumina a las sombras que habitan en los recobecos del alma. Cual experto jinete siempre corre contra la negra noche de la desesperanza, de la soledad y la amargura. Y al agitar sobre su cabeza su cetro, arma que en manos de cualquier mortal es inservible pero en las suyas hasta el mismo Aquiles tiembla de miedo, el trueno de la dicha y de la paz ataca sin piedad a sus enemigos. Porque he decir que aunque bella, audaz y amigable tiene varios enemigos, unos ocultos y otros declarados, que siempre a la menor muestra de debilidad atacan como buitres. Por ello la amo, por ello la extraño por ello la idealizo como la valquiria que sacara a mi alma del fango donde se encuentra atascada. Sin embargo así como el fuego no puede pensar en unirse al agua, yo mismo no puedo ni siquiera soñar en que esta ninfa guerrera pueda algun día posar sus ojos, los más bellos que hayan visto mis ojos, en un ser de carne y defectos. Pues mi tristeza, mi maldad, mi constante busqueda de lo profano es contra lo que ella batalla. Somos el aceite y el agua de la vida, yo la Bestia, el Demonio y ella la Bella, el Angel. Oh! Apolo, Satanas, rebeldes celestes denme la fortaleza para contravenir a mis ideales y dejar de ser quien soy para poder llegar a ser quién nunca podria ser.

Auriga de mi amor, jinete de esperanza y verdad. Liberadme del tormento de la vida y acogeme en tus brazos para así volvernos un solo ser. Un ser con el poder del día y la noche, el equilibrio perfecto. Un dios.

Inspired by: Tu peor pesadilla

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