Los últimos chistes antes de entrar a clases. No son de lo mejor pero a estas horas es lo que encontré.



Ordeñamatic



Este es un
paisano que compra una ordeñadora automática para ordeñar sus vacas, y
mientras ordeña, piensa que con el movimiento que hace en las ubres se
puede masturbar.




Sin
pensarlo mucho, se saca el miembro y lo inserta en la ordeñadora
automática. La sensación es fabulosa, y una vez que tiene cinco
orgasmos, decide que por ese día es suficiente, pero al tratar de sacar
el pene, no puede por más que trata.




Con el
artefacto todavía en el miembro corre como puede hasta donde está un
teléfono y llama a la compañía de los aparatejos. Les explica que no
sabe como apagarlo y quitarlo de la ubre de la vaca. La persona de
soporte técnico le dice:




– Usted no se preocupe. Cuando la máquina saca diez litros, ¡se para sola!



Mejores tiempos

 

En la calle
hay una fila de mujeres que se dedican al Servicio Comunitario (a las
que ahora les dan por llamar "Sexoservidoras") en el chequeo de rutina
en Salubridad. En eso va pasado una viejita y al ver la aglomeración
pregunta a una de las muchachas:




– Mijita ¿qué estan regalando aquí?



La prosti, para burlarse de ella, le dice:



– Formese abuelita, fíjese que están dando dulces.



Y la abuelita se forma y cuando le tocó el turno para la revisión el médico le pregunto:



– ¿Pero abuelita a sus años y por acá? ¿A poco todavía puede ?



– No muy bien, mijito, ahora ya solamente los chupo.



Odontólogo de la UNAM



Una mujer
va al dentista. Entra en la consulta, se desnuda y se sienta en el
sillón abriendo las piernas lo más que puede. El dentista mira
sorprendido el espectáculo y le dice:




– "Señora, creo que está cometiendo un error. Yo soy dentista, no ginecólogo"



La señora le contesta enojada:



– ¡A mí eso no me importa! ¡Usted le puso la dentadura a mi marido y usted me la va a sacar!



Y ataca de nuevo el super odontólogo



 Un
pequeño y tímido chico de cuatro años llega con el dentista para su
primera revisión y limpieza. Mientras el ayudante encargado de
limpiarle los dientes trabajaba, quiso hacer algo de conversación con
el chamaco sin obtener un buen resultado, ya que el niño no dijo
palabra alguna.




Después de la limpieza, el dentista fué llamado para revisar el trabajo. Él también intentó hacerle plática al pequeño.



– ¿Cuántos años tienes?



No hubo respuesta.



– ¿No sabes cuántos años tienes? -vuelve a preguntar el medico.



En ese instante cuatro diminutos dedos se levantaron.



– Ah ya veo,-dice el dentista- ¿y no sabes cuanto es eso?



Nuevamente, los cuatro pequeños dedos. Haciendo un esfuerzo para iniciar la conversacion el doc insiste:



– ¿No sabes hablar?



El solemne y pequeño paciente voltea a ver al médico y le contesta:



– ¿Y usted no sabe contar?



Y por último me despido con este axioma de ingeniería que es muy pero muy famoso y conocido en la facultad de ingeniería:



La mujer es el conjunto de curvas capaz de poner recta la única curva que tiene el hombre.

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