Pipí de pie





 Dios
estaba acabando de crear el universo, pero todavía le quedaban un par
de cosas por repartir. Así que les dijo a Adán y a Eva que una de las
cosas que aún le quedaban era algo que permitiría a quien la tuviera
hacer pipí estando de pie:




– "Realmente es algo muy útil… y estaba pensando si le interesaría a alguno de ustedes" – les dijo Dios.



Adán empezó a dar saltos, y le rogó:



– "¡Yo la quiero para mí! ¡Dámela a mí, Señor porque yo sé cómo usarla! ¡Por favor, por favooooor…! ¡Yo quiero eso!"



Y seguía
pidiendo, mientras tiraba una de las mangas de la túnica de Dios. Eva
sonrió al ver esa escena, y le dijo a Dios que si Adán tanto deseaba
esa cosa, debería dársela a él. Así que Dios le dio a Adán lo que le
permitiría hacer pipí de pie…, aquello que lo tenía tan emocionado.




Apenas lo
recibió, Adán fue corriendo a probarlo sobre un árbol, y después
mientras reía a carcajadas escribió su nombre en la arena, encantado de
lo que podía hacer con semejante regalo.




Dios y Eva lo miraron un rato; y, entonces, Dios le dijo a Eva:



– "Bien. Aquí tienes la otra cosa que me falta por repartir, y que creo te pertenece."

– "¿Y cómo se llama?" – Preguntó Eva.

– "¡Cerebro, hija, cerebro!"

Cabe mencionar
que esto más que chiste es un relato de ciencia ficción o una utopía,
ya que esta muy lejos de la realidad aun cuando es lo más añorado por
cierto género humano.

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